La leyenda de Caacupé cuenta sobre un indio llamado José que fue al monte a buscar madera y fue atacado por indios Mbajá.
José huyó de ellos, pero pronto le dieron alcance.
Entonces, José invocó a María y le prometió que si se veía libre de ese mal momento, esculpiría la imagen de la Virgen con la madera que lo ocultaba. Los indios pasaron de largo junto al árbol sin ver a nuestro personaje que, al parecer, se había vuelto invisible.
El indio agradeció de rodillas a la Virgen su providencial intervención y al volver a su Doctrina, comenzó su trabajo y esculpió dos estatuas de la Virgen Inmaculada Concepción; la mayor quedó en Tovatĩ y la menor, hecha para ser venerada, quedó en Caacupé.
La imagen corresponde al trabajo realizado por María Fátima Ortega.
La leyenda de Caacupé
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xo
lunes, 24 de octubre de 2011
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